Lo primero que tienes que tener en cuenta a la hora de invertir utilizando cualquier tipo de estrategia es que si no comprendes la relación entre el riesgo y la recompensa, la forma de calcular los beneficios y la interacción entre los demás inversores contigo mismo o la mecánica de la cartera de inversiones, estarás condenado al fracaso.
A la hora de invertir tienes que conocer el terreno en el que te adentras o te pasará lo mismo que a Napoleón en 1798 cuando envió una expedición a Egipto armada con un rudimentario mapa y siendo totalmente desconocedora del terreno y el clima.
Lo que distingue a un inversor profesional de un aficionado es precisamente este conocimiento del terreno y para ello solo hay que tener muy presentes dos cuestiones: la primera es que los mercados bajistas tienen severas consecuencias, forman parte de la vida inversora y no hay manera de evitarlos. La segunda es que cuando viene una temporada de vacas flacas, el inversor experto siempre aguanta hasta el final mientras que el aficionado abandona a la primera de cambio.
En el Curso básico señalé la importancia de la psicología del comportamiento en el mundo de las finanzas. La sabiduría convencional nos dice que si todo el mundo cree que algo es la mejor inversión, significa que todo el mundo ya posee ese algo y que por lo tanto los precios estarán por las nubes y la rentabilidad futura será baja. Todo el mundo, por definición, no puede estar por encima de la media.
No soy mucho de utilizar frases de autores famosos, pero hay una de William Bernstein que me gusta especialmente, “cuando todos tus amigos estén invirtiendo en un área determinada, cando las páginas de los periódicos respecializados rebosen de historias sobre una empresa en particular, cuando todo el mundo sepa que algo es un buen negocio, ponte en guardia. En pocas palabras, identifica la sabiduría convencional del momento para poder ignorarla”
Desde aquí te garantizo que cada mes o año habrá esa empresa o índice que lamentes profundamente no haber adquirido o de haberlo hecho en mayor proporción para tu cartera y también habrá alguna que desearías no haberla mirado nunca. Pero no puedes permitir que eso te aleje del sendero. No permitas que los pequeños desastres financieros de una parte de tu cartera te preocupen. Para eso está la diversificación y también para eso estamos aquí, para aprender a hacerla.
Otro error que comenten los inversores es dar por sentado que el pasado inmediato puede predecir el futuro a largo plazo. En nuestra vida diaria, todos nosotros dependemos del reconocimiento de patrones, desde tareas complejas hasta algo tan mundano como la ruta al gimnasio o al trabajo. De hecho, esta es una capacidad que nos diferencia del mundo animal. Pero en el mundo de la inversión este talento suele ser contraproducente.
En un mundo caótico como los mercados financieros, la búsqueda de patrones no solo es inútil, sino manifiestamente peligrosa.
FUENTES DE INFORMACIÓN
Otro aspecto muy importane a la hora de invertir es elegir muy bien las fuentes de donde obtienes la información. Taleb dice que toda la información a la que estamos expuestos gracias a la modernidad convierte a personas ecuánimes en neuróticas. Las personas ecuánimes solo reaccionan ante la información real y las neuróticas lo hacen frente al ruido. Una carácterística de los datos y de la que se habla muy poco es que en grandes cantidades son tóxicos.
Cuantos más datos miremos, más desproporcionada sará la cantidad de ruido que obtengamos en lugar de la valiosa señal.
Sé que es dificil pero imagina que solo mirases una vez al año los precios de tus acciones o fondos. La proporción de ruido y señal será más o menos de 1-1 o lo que es lo mismo, que la mitad de los cambios reflejan verdareros avances o retrocesos y la otra mitad se debe al azar.
Si miramos los mismos datos cada día, la proporción pasaría a ser de un 95% de ruido y un 5% de señal y si los miramos cada hora, la proporción de ruido alcanzaría un 99.5% o lo que es lo mismo, 200 veces más ruido que señal.
Como no estamos acostumbrados a entender por qué suceden las cosas, sobrereaacionamos al ruido con emociones y en ese tmundo, cuando mezclas dinero con emociones, suele ser la antesala para perder grandes cantidades de lo primero. El antídoto es fijarnos solo en los cambios muy grandes que se dan en los datos, nunca en los pequeños
Ahora bien, si los medios de comunicación tradicionales y las redes sociales no son muy útiles o, en el peor de los casos son un peligro para orientar nuestras inversiones, entonces ¿a quién debemos de acudir? La verdadera esencia del mercado es que el propio mercado es el mejor consejero.
Cuando compras índice completos, estás adquiriendo los criterios conjuntos de las mentes más brillantes y mejor formadas en finanzas. Al indexarte, estás conectando con la más poderosa inteligencia del mundo financiero, es decir, la sabiduría colectiva del propio mercado.
Una vez que tomes esta vía, solo tienes que tener claras dos cosas:
Hacer una correcta asignación de activos, como ya iremos viendo y tener una autodisciplina propia.
Es preciso tener la cabeza fría mientras todo el mundo pierde la razón. En un futuro no muy lejano siempre habrá nuevas tecnologías prometedoras, siempre aparecerá la cantinela de la típica frase “esta vez es diferente, las viejas reglas ya no valen”. Todo el mundo a tu alrededor invertirá aquí o allí intentando seguir la tendencia
Cuando pase todo esto, lo unico que tienes que hacer es NADA. Te lo pongo en mayúsculas porque es de las frases más importantes que vas a leer aquí y que quiero que te quede grabada a fuego. Permanece firme a tus ideas y sigue el plan que tenías trazado.
Posteriormente a ese exceso de optimismo, inevitablemente llegará un momento en el que el mercado se agite y todo el mundo anunciará el fin de capitalismo tal y como lo conocemos, un mundo en el que solo los locos no venderían sus acciones. Aquí, de nuevo, todo lo que tienes que hacer es NADA
LA PLANIFICACIÓN FINANCIERA
Para terminar esta introducción, solo quiero poner una serie de consejos básicos a la hora de abordar una planificación financiera. No te voy a decir nada que no conozcas ya, pero me parece importente recalcarlo.
Empieza a ahorrar lo antes posible, hoy mejor que mañana. Ahorra todo lo que puedas manteniendo un estilo de vida razonable
Preahorra a principios de mes. El pago más importante es el que te haces a tí mismo.
Nunca inviertas dinero que vayas a necesitar en el corto plazo, entendiendo este como un periodo inferior a 5 o 10 años.
Dispón de al menos entre 3 y 6 meses (mejor 6) en activos líquidos para cubrir tus gastos fijos en el caso de que vengan mal dadas.
Libros recomendados:
- La guerra financiera asimétrica – David Nuñez y santiago Casal
- Los 4 pilares de la inversión – William Bernstein
- Un paseo aleatorio por Wall Street – Burton G. Malkiel