Como iremos desarrollando, al centro de esta estrategia basada en la gestión indexada consiste en adquirir uno o varios fondos con los que se obtenga una diversificación global y mantenerlo para siempre haciendo aportaciones periódicas. Así de simple y a veces complicado para algunas personas.
A este tipo de fondos se les conoce como fondos indexados y son simplemente una cesta de muchas empresas diseñada para replicar el rendimiento general de cualquier mercado financiero o sector del mercado.
Estos fondos consiguen eliminar el riesgo de las acciones individuales y en palabras de John Bogle, compensan la falta de emoción en el corto plazo con su verdaderamente emocionante productividad de largo plazo.
Me producen un rechazo extremo todos los libros, manuales o artículos que se basan en la típica premisa de “si hubieses invertido X dinero no se que año ahora tendrías Y” o que van haciendo backtest para medir al mercado siempre con el pasado como argumento.
Aquí no me voy a basar en estos datos. Es ciertamente absurdo decir simplemente que la bolsa americana en los últimos 200 años ha dado un 9% de rentabilidad anual sin descontar la inflación, pero si es necesario comprender por qué ha pasado eso como iremos viendo. Si podemos distinguir las razones por las que el pasado fue lo que fue, entonces podremos establecer expectativas razonables sobre el futuro.
Como inversores en fondos indexados, todos nosotros como grupo conseguiremos, por definición la rentabilidad media de este. Por ello, como todo juego de suma cero, cada rendimiento adicional que cada uno de nosotros consigamos significa que nuestros compañeros sufre un déficit en la misma proporción. En el casino la banca siempre gana, en las carreras de caballos el hipódromo siempre gana. En la lotería el Estado siempre gana y en la inversión no es diferente. Tras deducir los costes de invertir, batir al mercado es un juego de perdedores.
La mayoría de inversores piensan que pueden superar los escollos de la inversión mediante la investigación y el conocimiento, negociando acciones con presteza para permanecer un paso por delanta del juego. Esto los condena al fracaso porque las rentabilidades disminuyen cuando aumenta el movimiento.
Para los que compran títulos y luego se retiran del juego sin pagar un solo coste innecesario, las probabilidades de exito a su favor son asomprosas porque son propietarios de las empresas y como grupo, ganan rentabilidades sustanciales sobre su capital.
Por ello, una vez que hayas comprado tus acciones, sal del casino y permanece fuera. Límitate a mantener tu cartera pasa siempre y es aquí donde toman relevancia los fondos indexados.
El camino de la riqueza para los que estan en el negocio es persuadir a sus clientes para que constantemente estén rotando su cartera y pagando comisiones, costes de intermediación, impuestos, etc. Pero el camino a la riqueza para el conjunto de sus clientes es seguir lo opuesto, no hacer nada.
EMOCIONES
No podemos olvidar que el mercado consiste en un conjunto heterogéneo de individuos que actúan simultáneamente. Cada uno de estos individuos tiene sus emociones y sus sesgos y si ya es dificil predecir el comportamiento de una persona como ente individual, imaginate predecir a dónde se moverá, cientos de miles de ellas a la vez.
Esto al menos en el corto plazo ya que si abrimos los gráficos, vemos como estas emociones tan dominantes en un primer momento, se van disolviendo poco a poco. En el corto plazo la ilusión pierde el contacto con la realidad pero en el largo plazo la realidad siempre manda. Y esa realidad se basa en los valores intrínsecos de las empresas en las que invirtamos (crecimiento de ventas, dividendos crecientes, aumento del FCF, aumento del beneficio por acción, márgenes, etc)
En el mercado de las expectativas, los precios de las acciones suben cuando estas expectativas de los inversores suben, no necesariamente cuando los márgenes, ventas o beneficios suben. Por ello no es posible predecir las oscilaciones en las emociones de los inversores.
Aquí el consejo para todo inversor es que ignoren el ruido de corto plazo de las emociones que se reflejan en nuestros mercados financieros. El camino hacia el éxito es salirse del mercado de las expectativas de los precios de las acciones y adentrarse en el mercado real de los negocios. Esto es, comprando una catera que posea acciones en cada negocio del mundo y manteniéndola para siempre. Como reza uno de los pilares básicos de este blog, simplifica. Cuando existen varias soluciones a un problema, elige la más simple.
Esta realidad dificilmente le puede interesar a brokers, bancos o fondos activos. Como dice Charlie Munger, si quieres ver lo que motiva a un hombre centraté en sus incentivos y si una entidad te cobra por algo, de alguna manera tiene que tratar de justificarlo.
Cuando las contrapoducentes emociones de los inversores son aprovechadas por las contraproducentes campañas publicitarias de la industria de los fondos, nada bueno puede suceder.
Los inversores en fondos siempre han ido persiguiendo rentabilidades pasadas permitiendo que sus emociones arrollen a la razón. Esto lo sabe muy bien la industria que se adapta sacando nusvos fondos para ajustarse a la moda del momento. Estos fondos suelen ser especulativos y con altos costes de gestión, comercializándolos y pubicitándolos de manera agresiva.
Esto siempre va a ser así. La industria no va a renunciar a ello. Pero es labor tuya actuar de manera inteligente y prestar atención para sacar las emociones de la ecuación.
Un fondo indexado de caracter global puede mantenerse a las duras y a las maduras durante toda una vida de inversión, muy al contrario que estos fondos por modas. Las emociones nunca van a entrar aquí. Mantente fiel al plan, compra el conjunto de la bolsa y luego, no hagas nada más que tus aportaciones periódicas si así lo estableces.
De otro modo, con total seguridad, incurrirás en altos costes de gestión, selecciones adversas en los tiempos de compra y de venta de tus títulos, impuestos y la verdadera gota que colma el vaso, la inflación.
Salvo que la industria de fondos empiece a cambiar reduciendo costes de gestion, comisiones, etc, el fondo de gestión activa típico parece ser una eleccion desafortunada apra los inversores.
ENTENDIENDO LA HISTORIA
Como te comentaba en la introducción del curso básico invertimos en renta variable por que tenemos la prueba empírica que nos ha dado el tiempo de de que la mejor manera de crear riqueza es participando en aquellos sectores de la economia que se benefician del crecimiento económico y la mejor manera de participar en dicho crecimiento es a traves de las compañías que lo auspician. Esto nos lleva a invertir a largo plazo ya que si creemos en el capitalismo y pensamos que dentro de 10-20 o 30 años el mundo, de alguna manera estará mejor de lo que está ahora, no podemos dejar de invertir para aprovecharnos de ello.
En el largo plazo, es la realidad empresarial en forma de crecimiento de los beneficios de las corporaciones la que impulsa las rentabilidades de la bolsa.
Seleccionar un fondo de inversión que supere al mercado en el largo plazo es, “buscar una aguja en un pajar”. Así que te ofrezco el corolario de Bogle: “no busques la aguja en el pajar, limítate a comprar el pajar”. Las estrellas producidas en el campo de los fondos de inversión rara vez son estrellas. Con demasiada frecuencia son cometas, que alumbran el firmamento por un breve momento y despues se apagan para descender sus cenizas con suavidad hasta la superficie. La popular rentabilidad a posteriori es una receta para el fracaso en la inversión.
Por todo esto, si tienes que elegir un único factor para seleccionar el fondo y los rendimientos superiores en un futuro, que sean los costes. Cuanto más se llevan los gestores y los intermediarios, menos ganan los inversores.
Al seleccionar los fondos indexados de menor coste para tu cartera, puedes estar seguro que el fondo no es la vaca lechera del gestor sino la tuya.
Libros recomendados:
- El pequeño libro para invertir con sentido común – John Bogle