En esta entrada os quiero hablar de lo que fue mi mayor error de inversión, del que se pueden extraer algunas claves para ir con mas cuidado en sucesivas ocasiones.
DELFIGEN INDUSTRIES es una pequeña empresa familiar francesa de 3 generación con tres líneas de negocio, recubrimiento de cables para el sector del automóvil (principalmente textil), tubos de fluidos y reaidualmente arneses y material de seguridad.
Las ventas para el sector del automóvil suponían un 81% del beneficio y eistribuia sus productos para casi todas las marcas, incluidas marcas de lujo del estilo Ferrari. El 19% restante era para el sector industrial.
Producto crítico, que a los clientes les podía suponer mas trastorno cambiar de proveedor por ahorrarse unos centimos en cada cable que no mantener a Delfingen con el know how que ya tenían sobre cómo le gustaba al cliente.
Tenía muy poca deuda, no la seguía ningún analista, la familia y el grupo controlaban el 70% de las acciones. Los márgenes eran algo escasos, del torno del 4% (margen neto), pero en la línea del sector. Compre acciones en el 2017 en el entorno de 44 eur.
A pesar de servir a un sector cíclico, siempre publicaba crecimientos por encima de este. Mientras el sector bajaba un 7%, ellos subían un 9. Incluso en el último cuarto publico un decrecimiento del -25% cuando el resto del sector estaba decreciendo un 39%
A finales de junio de 2018 publico un profit warning y ahí empezó la travesía por el desierto. La producción de la planta de Celaya (México) había tenido problemas y necesitaba una serie de sobrecostes extras (me acuerdo que hasta miré en google maps si en realidad existía esa planta o me la estaban clavando) A parte de ello, las fluctuaciones de las monedas habían tenido un impacto de un 10% en el crecimiento orgánico de la empresa y también hubo presión de precios en las materias primas. El resultado fue que el EBITDA bajó en consonancia por lo que el ratio deuda/EBITDA se disparó llegando a estar incluso a más de 5 veces. Cuando pasa esto, ya os podéis imaginar.
Empiezan a saltar los covenants, los bancos se ponen nerviosos, les suben el tipo de interés, q al dueño solo le falto decirle al señor del banco “toma las llaves si quieres” …en fin, un ciclo que se retroalimenta.
A pesar de todo la empresa no paraba de crecer. La tendencia a largo plazo en la industria automotriz es a aumentar el número de vehículos vendidos. Además la presencia de los conductos textiles que vendía en los vehículos híbridos y eléctricos especialmente dentro de los motores, era un buen catalizador para un crecimiento futuro. Con todo ello pudieron reducir la deuda y aumentar el EBITDA en trimestres sucesivos quedando un ratio en el entorno de 3 veces.
Se me ha olvidado comentar que la empresa también crece por adquisiciones. La última de ellas la ha firmado el 1 de septiembre de este año por 230M de euros. Estas las financia principalmente con deuda y por ello mantiene está algo elevada.
Dado que a la empresa no la conoce ni su padre, permaneció la cotización vegetando hasta que llegó el coronavirus y cayó otro 40 y algo %. En ese momento vendí con un 70% de minusvalía
A pesar de ello, aparte de por la pérdida permanente del capital, no lo considero tan error, en tanto en cuanto es una buena empresa con buen crecimiento y pienso que en el futuro le va a ir bien.
El motivo de la venta fue que en un entorno como el que tuvimos en marzo, había muchas empresas que daban una opcionalidad mucho mayor.
Hasta aquí el error, del q podemos extraer q no porq una empresa tenga muy poca deuda en comparación con el EBITDA, esa situación se puede dar la vuelta en cualquier momento, sobre todo si la empresa esta creciendo agresivamente y se corta de golpe.